Sipnosis de la película
Del Revés (Inside Out) es una película del año 2015 dirigida por Peter Docter que nos ayuda a ir a un lugar que todo el mundo conocemos pero no hemos visto; la mente humana.
Rily, una chica de 11 años que acaba de mudarse con su familia a San Francisco, no es la protagonista sino más bien el escenario de la película. Los espectadores se adentrarán en su cerebro y averiguarán cómo se forman los recuerdos y cómo una mezcla de cinco emociones humanas (Alegría), (Enfado), (Ira), (Tristeza) y miedo – define las experiencias vitales.
Esta película nos invita a hacernos preguntas acerca de lo que sentimos:
- ¿Quién dirige nuestras emociones?
- ¿Hay que reprimirlas o controlarlas?
- ¿Es malo sentir tristeza?
- ¿Hay que sentir todo el tiempo alegría?
- ¿Hay que suprimer los recuerdos esenciales si nos nos aporta alegría?
Los protagonistas de la historia recrean nuestro propio mundo emocional y nos acerca a la autenticidad de nuestro ser.
No nos han enseñado a saber gestionar nuestras emociones y considero bajo mi humilde opinión que es fundamental para nuestros procesos evolutivos.
Cada vez hay más personas que se forman para adquirir conocimientos sobre la inteligencia emocional y así ayudar a todas las mentes enfermas por no saber gestionar nuestras propias emociones. Un paso importante sería integrar esta asignatura como principal para que desde nuestra infancia descubramos el mundo de la mente y lo importante que es para un mayor bienestar de uno mismo y la sociedad.
Tener la capacidad de aceptar nuestras emociones, vivirlas, comprender y observar qué enseñanza trae consigo nos ayudará a no frustrarnos y a seguir evolucionando como parte del proceso de nuestra vida.
Como he publicado en el anterior post, nuestro campo emocional influye en nuestro cuerpo y somatizamos todas las emociones no expresadas ni comprendidas, llegando e incluso a generar enfermedades. ¿Quiere decir que son malas porque nos produce malestar? No, quiero decir, que escuchemos a nuestro cuerpo, que en cualquier escenario de nuestra vida paremos el reloj y nos observemos, si siento tristeza no soy una persona triste, sino que experimento tristeza, la observo y miro que me quiere decir esa emoción, de donde procede y que tengo que aprender de esa situación.
No somos robot, somos almas experimentando una maravillosa vida con nuestro vehículo, integrando el aprendizaje con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones para darle a nuestro ser el nutriente que necesita para evolucionar.
Suprimir, controlar o ignorar nuestras emociones y guardarlas en el fondo del mar, a corto plazo puede que no nos influya pero es como una olla a presión, el día que estalle puede ser de la peor manera y ya no hay vuelta atrás.
Por mi propia experiencia y siendo consciente de que no expresar las emociones nos perjudica, invito a todos los lectores de mi blog que vean esta película y vivan sus emociones para que se liberen y sigan aprendiendo de esta preciosa «Vida».
Gracias, gracias y gracias alma bella.
¡Os espero en mi próximo post!
Elísabeth un alma libre